Consejos para asumir tu identidad desviada (y no morir en el intento)

Sole Zeta
4 min readJun 28, 2022

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Hace unos años me cayó la ficha: no era tan cis como creía ser. Los primeros días después de esa realización parecieron salidos de un cuento de terror. Una semana sin dormir hasta que conseguí me que me recetaran pastillas, que tomé durante cerca de un mes. Salir corriendo a buscar ayuda psicológica. Meses de dudas existenciales que se sentían como un partido de squash conmigo misma.

Es que no se suponía que tenía que estar pasando eso. El momento para resolver tus crisis de identidad es la adolescencia, no los treintaypico. Estaba dándome cuenta de que era trans más o menos a la edad que las personas trans tienen la mala costumbre de morirse. ¿Estaba tirando mi vida a la basura por una locura del momento?

Unos años más tarde puedo decir que el proceso fue positivo. Soy más feliz de lo que era antes, me liberé de un peso enorme. Pero me gustaría hacer algo por quienes hoy están en esa misma situación. Aproveché para preguntarle a amigues en Twitter: ¿Qué le dirías a tu yo de unos años atrás, o a alguien que recién se está descubriendo fuera de la heterocisnorma? Acá abajo te dejo algunos puntos salientes, pero por las dudas te dejo enlace al tuit, donde se armaron lindos debates: https://twitter.com/ZetaSole/status/1531395773128052736

No paniquees, buscá ayuda de ser necesario.

El pánico te paraliza. Esto no es el fin del mundo. Entiendo que tal vez no te sirva de tanto que una desconocida te lo diga, pero es absolutamente cierto. Si necesitás ayuda profesional, considerá estas opciones:

Como diría la Hitchhiker’s Guide to The Galaxy…

Podés ser

No sos ni demasiado joven para saber, ni demasiado vieje como para recién estar dándote cuenta ahora. No te faltan experiencias. No hace falta revisar obsesivamente tu pasado buscando señales. Lo que importa es lo que sentís y hacés ahora.

Abrazá los grises, los tornasolados, los espacios ambiguos y liminales. Un verdadero arcoiris no tiene franjas tajantemente delimitadas, sino que cada color se mezcla con el que sigue. Nadie te puede decir que no sos lo suficientemente trans o gay o bi o lesbiana o lo que sea. Todes vivimos en un espectro contínuo de la existencia.

Tu pasado no te determina. Tu edad no es lo que importa. Tu experiencia no te define.

Date tiempo

Hay gente que resuelve su identidad de la noche a la mañana. A otres nos cuesta más. A algunes, toda la vida. Date tiempo para vivir, sentir y experimentar. No hace falta que tengas todas las respuestas ahora, aunque sientas que el mundo se termina (y si sentís eso, retrocedé dos casilleros y buscá ayuda).

Hacé amigues

Yo no elegí el nombre Soledad al pedo. Creeme que no me gusta estar todo el día rodeada de gente. Pero vas a necesitar amigues. Nueves. Del “gremio”.

Por un lado, porque existe la posibilidad cierta de que pierdas amigues, familia, o ambes al salir del closet. Es triste, ojalá el tuyo no sea el caso, pero tenés que prepararte para la posibilidad. Dicho esto, si tenés amigues que te banquen, no vas a sentir que la vida se acaba de repente si alguien deja discretamente de hablarte, por ejemplo.

Por otra parte, hay experiencias que sencillamente no vas a poder compartir con tus amigues pakis. Sencillamente no la van a entender, y no es su culpa, no lo hacen de mala gente. Hay veces que sólo te va a servir alguien que haya pasado lo mismo que vos.

Igualmente, tené cuidado: no tode desviade es tu amigue. En serio, cuidate, sobre todo si sos menor o estás en una situación de vulnerabilidad. Y también tené en cuenta que podés llegar a ser “rare entre rares”. Para dar ejemplos, conozco gente a la que le pesa su omnivorismo estando en círculos de mayoría vegana, o su ideología liberal en círculos en los que el progresismo es hegemónico, su religión en espacios profundamente laicos o ateos, o incluso estar en el espectro asexual en ambientes donde reina la alonorma. También suele pasar que muchos espacios de socialización queer están muy asociados al consumo de alcohol, y por el motivo que sea es posible que no quieras ser parte de eso. Es todo un tema, sabé que siempre existen alternativas. Sabé que no sos le únique, ni siquiera si sos rare entre raris.

Sos más que una etiqueta o una banderita

Citando a un aporte de Twitter: si necesitás una etiqueta para nombrarte, está bien. Si no necesitás etiquetas, también está bien. Siempre tené en cuenta que las etiquetas son una forma de encontrarnos, y una bandera detrás de la cual encolumnarnos para reclamar derechos.

Dicho esto, sos más que la etiqueta que elijas para definirte o la bandera que elijas ondear. Siempre. Yo escribo textos sobre diversidad para ayudar a quienes les pueda servir, pero en otros momentos escribo sobre videojuegos, cine, comics o tecnología. Mi identidad trans es una parte de mi ser, pero yo soy mucho más que eso.

Ya que llegaste hasta acá: Este texto se mantiene con el aporte voluntario de mis lectores. Si te gustó lo que leíste y querés más, podés dejarme una propina (¡y un comentario!) en mi Cafecito. Y sobre todo esta vez, se agradece que compartas esto con quienes creas que pueden necesitarlo.

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Chica no binaria twitteando desde la clandestinidad. Escribo cosas. Ideas y nerdaje.

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