“Revolución de Género”, o cómo dar debates en ambientes hostiles
Esta mañana desayuné viendo Revolución de Género, documental de National Geographic conducido por Katie Couric sobre vidas trans en EEUU. Normalmente desayuno mirando dibujos animados (mi idea era seguir repasando El Increíble Hulk, versión 90s, porque antes que nada soy una nerd nostálgica), pero había visto recomendaciones de este docu en espacios angloparlantes y no había podido conseguirlo por otros medios.
A lo largo de una hora y media, Couric recorre Estados Unidos y tiene conversaciones con distintas personas trans e intersex, o involucradas en la temática de alguna manera. Una virtud ENORME es la diversidad de quienes son entrevistades: niñes (y sus familias), adolescentes, adultes, de distintos orígenes raciales y culturales. En un momento la palabra la tiene una cirujana trans que se dedica a realizar vaginoplastias y faloplastias, en otro unas trabajadoras latinas de un local de fast food que tienen dificultades para expresarse en inglés. Al mismo tiempo, esta diversidad no es usada como excusa para darle un micrófono a discursos de odio (la peor mancha es la entrevista a un médico que realiza operaciones sobre personas intersex recién nacidas, adecuando sus genitales a las expectativas cisnormadas y binarias).
Algo para destacar es que aún cuando se presentan temas conflictivos, la perspectiva del documental es positiva y optimista: vemos niñes trans aceptades por sus familias, adultes trans que pueden integrarse sin problemas en la sociedad, mayores trans que mantienen el amor de sus parejas de años. En un mundo en el que las noticias sobre nosotres suelen ser profundamente negativas, es importante que exista esta representación positiva. A lo mejor, de haber tenido algo así a mi disposición en vez del sensacionalismo de Rolando Graña, hubiera podido aceptar mi propia identidad antes de mis treintaypico años.
Dicho esto, me costó encontrar información nueva, más allá de los testimonios puntuales. Revolución de Género es, antes que nada, un documental hecho por y para personas cis. Es bienintencionado, pero hay cierta ignorancia (reflejada en algunos pifies de Couric, que en varios momentos recalca que todo esto es nuevo y confuso para ella) que permea toda la obra.
Pero pensándolo de nuevo, esto no tiene por qué ser algo malo. Muchísimas veces, los debates sobre identidad de género son en términos académicos. Las personas cis pueden existir, pero a nosotres nos exigen permanentemente la tenencia de un marco teórico que nos permita ser.
Y si bien el lenguaje académico está bien para la producción académica, los debates plebeyos deben darse con palabras también plebeyas. Si yo quiero explicarle como me siento a mi vieja, tal vez me resulte bastante mejor recomendarle Revolución de Género que mandarla a leer a Judith Butler.
Y tal vez no sólo sea para mi vieja. Un fenómeno que se repite cada vez con más fuerza en las redes sociales es el de las “terfas de PDF”: militantes del “feminismo” transodiante, generalmente adolescentes, cuya única formación teórica son PDFs que en muchos casos ni siquiera son producción teórica sino artículos de opinión. Y si bien creo que ese discurso de odio debe ser combatido como cualquier otro, no puedo dejar de pensar que algo están haciendo bien: al hacer llegar esos textos básicos y accesibles, las transodiantes llegan a un público que jamás hubieran convencido con material más denso. Por otra parte, existen varios sesgos cognitivos que hacen que privilegiemos la información que recibimos primero, por lo que llegar primero a esos públicos debería ser un objetivo estratégico.
Revolución de Género no descubre ninguna rueda, pero si entendemos al discurso público como un campo de batalla, puede ser una herramienta estratégica y valiosa. Es fácil de entender, contiene mucha información que para quien no tiene contacto con estas temáticas probablemente sea nueva, nos hace empatizar con una variedad enorme de personas, expone prácticas (como normas de cortesía para personas trans, o la existencia de rondas de pronombres) para quienes seguramente las desconozcan, y está en una plataforma orientada al contenido infantil, juvenil y familiar. Podemos decir muchísimas cosas sobre Disney, buenas y malas, pero nadie jamás acusará a esa empresa de ser portavoz de ninguna teoría revolucionaria.
Revolución de Género es la historia de una señora sexuagenaria siendo desasnada. Contraintuitivamente, tal vez el hecho de que sea tan poco revolucionaria en lo estético hace que sea una herramienta política más eficaz que obras más ambiciosas.